No sé si será por sus filosofías hippies de la vida, por su forma de vestir o, simplemente, porque se la suda todo.
Con unas destrozadas zapatillas Vans en los pies y una tabla de skate bajo el brazo, es difícil no reconocerles. Aunque en los núcleos urbanos marcas como Carhartt, Volcom, Element o DC siempre están presentes. Pantalones pitillo y tal vez una sobrecamisa de cuadros.
Personalmente me mola el hecho de que parece que van por la vida sin preocupaciones. A su bola. Como si su máxima preocupación fuese el oleaje del mar.
El otro día vi la película Los amos del Dogtown. A parte de encantarme me hizo pensar. Aprovechan la vida al máximo, sin estudiar ni apenas trabajar, solo viviendo.